A pesar de lo que habitualmente es pensando en nuestra sociedad, la abogacía no es solo el defensor o asesor que ha de prestar asistencia ante problemas ya existentes antes Juzgados y Tribunales, es tan importante como dicha actividad, el llevara a cabo una labor preventiva, un asesoramiento al cliente previo a la aparición de futuros problemas legales. Es por ello que es clave la relación abogado – cliente, acudiendo a un despacho de abogados antes de la aparición del problema, consultando con un profesional la futura toma de decisiones se pueden evitar costes innecesarios, así como acabar en ocasiones en procedimientos que se eternizan, a los cuales no solo hay que destacar el coste económico, si no el desgaste emocional que conlleva a las partes.
Nuestra misión como abogados es proporcionarles un asesoramiento integral, ofreciendo cuando sea posible un abanico de opciones para prevenir los posibles problemas legales que puedan surgir en el futuro o minorar los ya existentes, intentando evitar la judicialización del conflicto, buscando la solución más satisfactoria para el cliente.
En la actualidad predominan los métodos de resolución de alternativa de conflictos, como son la mediación o el arbitraje, y el parte del compromiso deontológico de la abogacía hacer lo posible para evitar el acudir a juzgados y tribunales salvo que sea estrictamente necesario, pues por todos es conocida la situación de excesiva litigiosidad en nuestro país. Es por ello que al igual que es altamente recomendable las funciones de la medicina preventiva, la abogacía preventiva le servirá al cliente para garantizar una mayor seguridad jurídica, que se traducirá en mejor calidad de vida y tranquilidad.
